Todo era mágico, y a la vez real. Romina nunca había visto a Martín vestido tan elegante, y se sentía orgullosa de su compañero. Estaban en aquella iglesia que se había vuelto parte de su rutina de los domingos, rodeada de gente querida, recibiendo la bendición a una nueva vida de amor. Muy emotivos fueron también las versiones del "Ave María" y "Natureza" en sus versiones acústicas, otorgándo a la ceremonia el aire barroco que ambos habían imaginado.
Martín y Romina salieron de la iglesia, transitando la alfombra roja al ritmo de otra versión de la marcha nupcial, nuevamente con guitarra eléctrica, y saludaron a todos en el atrio. Luego se dirigieron al salón de fiesta, allí bailaron el vals, hicieron trencito (al ritmo de chattanooga choo choo de los Shadows) y rondas junto sus amigos y familiares más cercanos quienes, con toda su buena onda, dieron lo mejor de sí para hacer brillar el suelo al son de rocanroles de los 50, temas de Mago de Öz, Pabellón Psiquiatrico, Sabina y Mondragón. Se podría decir que fue una selección tan atípica como divertida.
Pero no todo fue baile, también comimos unas muy ricas pizzas, bebimos Coca-Cola y Champagne. Además de haber disfrutado exquisitas tortas de todos los sabores. Echa esta aclaración, para que no piensen que matamos de hambre a los invitados ;), los dejamos disfrutar del resto de la fiesta.
Gracias a todos los que compartieron este momento con nosotros!!!!!