Para Romina fue un fin de semana exótico, pues, de casi no ir a recitales, y menos de rock pesado, en menos de 24 horas, asistió a dos. El primero fue la presentación solista de Ricardo Soulé, el genial compositor argentino que transitó con Vox Dei por los 70, quien, junto a una más que ajustada banda, tocó temas de su nuevo disco, Buddy Middler, y clásicos como "Jeremías, Pies de Plomo", "Las Guerras" o "Presente". El lugar del show fue un barcito muy elegante en Palermo Hollywood, con mesitas para beber o comer y un sonido muy claro.
Al día siguiente, Romina y Martín se acercaron a la cancha de Ferro a presenciar un hecho histórico. La legendaria banda de la NWBOHM. Iron Maiden, tocaría sus grandes clásicos de los ochentas. Evento al que acudirían unas 30 mil personas que habían agotado las entradas durante el primer mes de ventas. Era la primera vez que Romina asistía a un recital de esta clase y no sabía qué esperar. Así que, en los primeros acordes, la avalancha de gente separó a Romina de Martín, yendo a parar a metros del escenario y él hacia atrás de todo. Por lo que estuvieron separados casi todo el show. Aún así, ella sobrevivió a las avalanchas y pogos al por mayor y regresó airosa, con ganas de repetir la experiencia nuevamente.
NOTA: Disculpen la mala calidad de las imágenes, fueron sacadas con nuestro celular.
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